Factsheet: Hoja Informativa 2: el Acuerdo de Cooperación de 1992

Published on 19 Oct 2020

IMPACT: El Acuerdo de Cooperación de 1992 establecido entre el estado español y la Unión de Comunidades Islámicas alberga una serie de regulaciones legales para garantizar los derechos de los musulmanes que viven en España. Áreas esenciales para su desarrollo como ciudadanos plenos, tales como la enseñanza del islam en las escuelas o la regulación de lugares de culto religioso fueron incluidas en el Acuerdo. Aunque casi 30 años han pasado desde su firma, algunos problemas claves en la vida de los musulmanes— tales como la creciente necesidad de cementerios musulmanes—aún deben ser solventados.

El Acuerdo de Cooperación  de 1992 es el marco legal que gobierna las relaciones entre el gobierno español y la Comisión Islámica, una  federación de entidades compuesta por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI). Se firmó durante el gobierno presidido por Felipe González Márquez en 1992 y sigue vigente en la actualidad. El Acuerdo de Cooperación contiene aspectos fundamentales como la enseñanza del islam en la escuela española, la regulación de los cementerios islámicos y la presencia de imanes en las prisiones y en el ejército.

De acuerdo con los datos proporcionados por el estudio demográfico de la población musulmana  publicado por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) en diciembre de 2019, la población musulmana en España es ligeramente superior a los 2 millones de ciudadanos (2,091,656), de los cuales 879,908 son hispano-musulmanes. Los musulmanes españoles y marroquíes representan los dos grupos principales de población y las regiones con las comunidades musulmanas más numerosas son Cataluña, Andalucía, y Madrid.  Otras nacionalidades adicionales están también representadas en distintas ciudades españolas. Así hay una notable comunidad paquistaní en Barcelona y en la Rioja, comunidades senegalesas en Cataluña y Galicia, y comunidades argelinas en Valencia, Aragón, and Galicia. La escuela de práctica islámica más seguida es la suní (con diferentes variaciones), seguida de la chiíta y algunas relevantes escuelas sufís.

Antes de la firma del Acuerdo de Cooperación, hubo distintos intentos legales para garantizar los derechos de los musulmanes en España. Los puntos de inflexión fueron  la Ley 44/1967 del 28 de junio, que regulaba los derechos civiles sobre asuntos religiosos junto con la Ley orgánica 7/1980 del 5 de Julio  sobre libertad religiosa, promulgada tras la Constitución de 1978. Estas dos leyes permitieron la creación de la Asociación Musulmana de España  (AME) en 1967, con sede en Madrid, aunque de alcance nacional. La AME se convirtió en la interlocutora con los poderes públicos, canalizaba las quejas de las pequeñas comunidades musulmanas, así como sugería cambios o modificaciones legislativas. En 1980, justo después de que la ley se aprobase, se creó la Unión de Comunidades Musulmanas Españolas (UCIDE) convirtiéndose en el punto de unión entre la población musulmana y las instituciones gubernamentales.

Uno de los derechos garantizados a la comunidad Islámica en España es el derecho de los estudiantes musulmanes a aprender la materia de religión islámica en la escuela pública de acuerdo con la Ley (Ley Orgánica de Educación) 2/2006 del 3 de mayo. Con anterioridad, en 1996, se aprobó y publicó el currículo de las clases sobre el islam. El artículo ratifica el derecho de los padres a pedir que sus hijos reciban en la escuela pública una educación de acuerdo con los principios de la religión que profesan.

El requisito mínimo para que una escuela pueda impartir la asignatura es tener un grupo mínimo de 10 estudiantes que lo soliciten. El mayor número de estudiantes está localizado en Cataluña, Madrid and Andalucía. Algunas escuelas en un total de doce comunidades autónomas ya imparten la asignatura de religión islámica. Su enseñanza está garantizada en Andalucía, Aragón, Islas Canarias, Ceuta y Melilla y ya se ha implementado en Cantabria, Castilla y León, Castilla la Mancha, Valencia, Extremadura, Madrid, el País Vasco y La Rioja. Sólo cuatro comunidades imparten la asignatura de religión islámica tanto en educación primaria como secundaria: Asturias, Baleares, Galicia y Navarra. Las Islas Baleares y Cataluña han puesto en vigor la asignatura a través de un proyecto piloto de que data de septiembre de 2020.

A pesar del gran número de estudiantes musulmanes (326,359), sólo hay 80 profesores contratados  para satisfacer todas sus necesidades educativas. Debido a la escasez de profesores, algunos, en ciertos casos, tienen que visitar varias provincias para enseñar la materia. Hay además algunas comunidades autónomas en las que no se ha contratado ningún profesor de religión Islámica.

La implementación de la asignatura de pensamiento islámico en la escuela ha encontrado oposición en algunas comunidades autónomas que temen que el Islam vaya a reemplazar la asignatura de religión cristiana, un aspecto que no se contempla en la Ley. Dos problemas principales rodean la enseñanza del Islam en la escuela: una es la afirmación de la extrema derecha de que la asignatura pueda ser una potencial fuente de radicalización entre los estudiantes musulmanes y la otra es que el Islam progresivamente vaya a reemplazar la asignatura de religión cristiana ya implantada en los colegios. Sin embargo, este temor contrasta con los datos reales ya que, según la Unión de Comunidades islámicas en España (UCIDE) ha informado, sólo uno de cada 10 estudiantes musulmanes puede estudiar Islam en la escuela.

El artículo 14.4 del Acuerdo de Cooperación establece que todos aquellos estudiantes que asistan a las escuelas públicas tienen el derecho de tener acceso a un menú sin cerdo que se ajuste a sus necesidades religiosas. Sin embargo, algunos centros educativos impiden esta posibilidad aduciendo a que la Ley sólo indica que “deben intentar procurar una dieta conforme a los preceptos islámicos.” En efecto, la oferta del menú depende de la sensibilidad individual del centro educativo , y de su  interpretación de la palabra “procurar (intentar hacer un esfuerzo). Al contrario de lo que sucede con la enseñanza de la asignatura de religión islámica en la escuela, la implementación del menú halal no depende de un número mínimo de alumnos que lo soliciten sino de la decisión del centro escolar, lo que en efectos prácticos dificulta el acceso de estudiantes de áreas rurales (con menos estudiantes musulmanes) a menús sin cerdo. Las comunidades autónomas de Cataluña, Extremadura, Valencia y las Islas Canarias son las más dispuestas a aceptar el menú alternativo debido a cuestiones religiosas, aunque algunas familias desconfían de los menús  ofrecidos ya que demandan que la comida tenga el certificado Halal otorgado por una compañía fiable y no sea exclusivamente un menú exento de cerdo.

Una de las garantías recogidas en el Acuerdo de Cooperación de 1992 que más problemas genera es la relativa al número de cementerios musulmanes. El primer cementerio musulmán, Sidi Embarek, se abrió en Ceuta en el siglo XIX. Durante la guerra civil española (1936-1939), se construyeron varios cementerios musulmanes (Sevilla, Barcia, Adormideras, Salamanca, Zafra, Talavera de la Reina, Zaragoza, Burgos, León, Griñón, Granada, así como el cementerio y mezquita de El Morabito en Córdoba).

En la actualidad, hay 35 cementerios musulmanes en España y tres cementerios cristianos  (Córdoba, Palma de Mallorca, y Murcia) que albergan espacios donde los musulmanes pueden enterrar a sus seres queridos. Sin embargo, este número es insuficiente para una comunidad de 2 millones de habitantes.

El problema de los cementerios—que ha existido durante décadas—se solventó parcialmente en el pasado con la expatriación de cadáveres; sin embargo, esa opción se ha convertido en menos viable debido al número de nuevas generaciones de musulmanes nacidos en España que no quieren ser enterrados fuera de su país. El estallido de la pandemia provocada por la COVID-19 junto con el cierre de las fronteras ha empeorado la situación y ha vuelto a poner de manifiesto una necesidad que la Comunidad Islámica lleva exigiendo durante años. En marzo 2020, la Comunidad Islámica de Cataluña—la región con el mayor número de musulmanes—elevó una queja formal al presidente del gobierno autonómico, Quim Torra, por de la falta de espacio de enterramiento para sus fallecidos. El cementerio de Griñón en Madrid ha estado enterrando musulmanes procedentes de otras partes de España que carecen de cementerio musulmán, incluyendo las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura, y Galicia. Como UCIDE ha reclamado, 95% de las comunidades islámicas no disponen de un lugar apropiado para enterrar a sus muertos.

De acuerdo con el último estudio demográfico de la población musulmana, sólo hay 20 imanes en las prisiones españolas. En 2017, había 6,000 prisioneros musulmanes  por lo que el número de imanes parece insuficiente para ocuparse de todas sus necesidades. Estas cifras contrastan con los 164 sacerdotes católicos que regularmente atienden a los cristianos encarcelados. La distribución de sacerdotes es de uno por cada 250 prisioneros que se incrementa progresivamente.

La Comisión Islámica ha pedido más presupuesto al Ministerio del Interior en los últimos años para contratar más imanes. En Cataluña—donde se han transferido las competencias económicas desde el gobierno central—hay 8 imanes que atienden a los prisioneros musulmanes mientras que el resto del país sólo tiene 12 para ocuparse del resto de población carcelaria musulmana. El número de imanes asistenciales en Centros de Internamiento de Extranjeros es de 7.

Otro problema es la garantía de los derechos de los musulmanes en el ejército. Mientras aspectos como la oferta de un menú halal se ha satisfecho ya desde hace varios años, la presencia de imanes en el ejército es todavía muy insuficiente. En la actualidad, no hay imanes castrenses, a pesar de que hay unidades militares que cuentan con una mayoría de soldados musulmanes (la “unidad de regulares” en Ceuta y Melilla) que además solían tener un imam en el pasado. 

Esta hoja informativa es una colaboración entre la Initiative Bridge e investigadores y profesores de la Universidad Pontificia Comillas y de la Universidad de Granada. Puede encontrar más información sobre este proyecto aquí.

Related